La palabra que sale de las manos

20.04.2020

Escribir y escribir. Dibujar formas y bucles que encienden imágenes en nuestra cabeza. Crear emoción con varias comas, apagar del aliento con tres puntos seguidos, suspendidos en el ambiente. Levantar mayúsculas para entregar importancia a las más pequeñas y nombrar poderosas a las que llevan tildes.

Disfrutar del ronroneo de la doble "r" y del rasgado de la "j". Aspirar la "h" y doblegar la lengua con la "l". Echar de menos la diéresis y sentir extranjera la "k". Negarte a usar el gerundio y saborear el imperativo que acaba en "d".

Escribir es poder, rabia, llanto, imaginación, recuerdo, sinceridad, engaño. Significa insomnio, confesionario y silencio. Es la palabra que sale de las manos guiadas por el límite de la razón. Es el castigo de escucharte en un papel en blanco. Es el ansia de marcar, con huellas de un boli, un trozo de identidad, del ser. Es manchar y arrugar el párrafo, sin motivo, sin compasión.

Es el acontecimiento que marca el principio de la Historia. Es donde todo empieza a cobrar sentido. Es arte que da vida a mil palabras. Que da vida al ser humano y que lo salva del olvido, de la muerte.

"Comencé a escribir para vivir y ahora escribo para no morir." Carlos Fuentes.


PILAR TORRE DE SILVA VALERA